Curso 2017/18-ESTRUCTURAS CLÍNICAS
La práctica clínica habitualmente ejerce una presión hacia el diagnóstico, algunas de cuyas denominaciones han pasado formar parte del lenguaje cotidiano: autista, bipolar, TDAH… Denominaciones éstas, más modernas, que se han añadido a las clásicas depresión, neurosis, paranoia…
No es casualidad que estos vocablos hayan pasado a lo cotidiano porque se corresponden con los diagnósticos más frecuentes, algunos de ellos de un modo que toman visos de epidemia.
El profesional de la salud debe emitir diagnósticos. Incluso debe hacerlos de acuerdo a las denominaciones de las diferentes versiones del DSM, si bien últimamente cuestionado, que es como una cierta clase de lengua franca entre profesionales, regidos por las directrices norteamericanas, que multiplica constantemente el número de dolencias, debido a una concepción fundamentalmente descriptiva y fenomenológica del diagnóstico.
En un abordaje diferente, el psicoanálisis trabaja con estructuras y con el planteamiento de que cada caso es único y que el devenir subjetivo es ajeno a la tipificación.
Por esto, planteamos un recorrido por los diferentes elementos y conceptos que permiten definir las estructuras