Antonia Torres Pérez

MUJER Y ESTÉTICA.

Antonia Torres Pérez

  1. INTRODUCCIÓN.

¿Qué entendemos por mujer?

Cuando hablamos de mujer, aparece la imposibilidad de describir lo que es una mujer más allá de una diferencia anatómica pues una cosa es hablar de la mujer por la posesión de genitales femeninos y otra la mujer como sujeto sexuado que asume una posición al margen del género en el que se inscribe.

Al mencionar los rasgos de la feminidad, en este término de “lo femenino” se inscriben tanto hombres como mujeres puesto que lo femenino no le corresponde a la mujer sino a esa posición en la que se coloca el sujeto. Es más, los rasgos propios de la feminidad se refieren a las características que tienen como resultado de su identificación ciertas representaciones o ideales culturales que en un momento dado de la historia nos sirven como modelo o paradigmas.

Pero la generalización de características comunes a todas las mujeres nos lleva a una posición rígida y normativa cuando la singularidad de cada sujeto va más allá de su género y de las características que lo puedan representar puesto que siempre se nos escapa la excepción, diferencia o anomalía que nos impide encorsetar al sujeto en un género.

¿Y la estética?

En cuanto al término estética, un primer lugar nos encontramos con la pregunta:

¿Qué se entiende por estética?

Aparece la relación de la estética con lo bello. Lo bello como la extinción del deseo por efecto de la belleza. Lo bello también

está relacionado con lo horroroso, la estética tiene algo que ver con la tragedia.

  1. ESTÉTICA Y TRAGEDIA

El libro “Psicoanálisis: Los nuevos signos”, recoge:

Hermoso será morir haciéndolo” refiriéndose a las palabras de Antígona, quien desobedece las leyes de Creonte -de no dar sepultura a su hermano- . Antígona prefiere ser castigada a la muerte antes que su único hermano varón no sea sepultado. “Hermoso” es una justificación estética a la tragedia.

De igual forma en el cuadro – Los Embajadores- de Hans Holbein- se observa la grandilocuencia de los personajes centrales del cuadro y como al alejarse pende la calavera. Ante la majestuosidad de sus personajes algo que también estará en ellos y por lo que serán tratados como iguales “la muerte” como el final de esa escena que representa el pintor.

Aparece también la estética como ocultación. Un ejemplo lo encontramos en “La cabeza de Medusa” que alude a la petrificación que se produce ante la falta.

En el mito hay una multiplicación de serpientes que salen de su cabeza con una función de velo: hay que ocultar que no hay nada.

También el maquillaje da a ver pero a la vez oculta, el cuerpo como lugar donde la estética realiza sus realces y ocultaciones. Se muestra para que no se mire a otro lugar donde nos encontraríamos con la falta, la incompletud, el rasgo que marca el tiempo, la imperfección en el cuerpo…

La relación de la estética con la tragedia la expresa el poeta Ángel González que recoge esta idea con gran belleza:

Mensaje a las estatuas.

Vosotras, piedras

Violentamente deformadas,

Rotas,

Por el golpe preciso del cincel,

Exhibiréis aún durante siglos

El último perfil que os dejaron

Senos inconmovibles a un suspiro,

Firmes,

Piernas que desconocen la fatiga

Músculos

Tensos

En su esfuerzo inútil

Cabelleras que el viento, no despeina

Ojos abiertos que la luz rechaza.

Pero

Vuestra arrogancia

Inmóvil, muestra fría

Belleza,

La desdeñosa fe del inmutable

Gesto, acabaran

Un día.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Hacia la piedra regresaréis piedra,

Indiferente mineral, hundido

Escombro,

Después de haber vivido el duro, ilustre,

Solemne, victorioso, ecuestre sueño

De una gloria erigida a la memoria

De algo también disperso en el olvido.

Ángel González

      3.- ESTÉTICA Y MUJER

¿Para quien son los cuidados estéticos? ¿Para quien las pinturas, pelo, maquillaje, tersura?

Siempre es para otro; incluso cuando es para uno mismo, está el otro que mira al espejo. La mujer en su discurso se encuentra muy vinculada a la estética ¿Por qué?

Quizá porque ha cambiado su función en lo social, está incluida en el ámbito del trabajo, en los lugares de poder que antes sólo eran ocupados por el hombre. Se dice que la mujer está caminando hacia esa liberación e igualdad en el campo laboral pero parece que esto no alcanza a lo que ella busca, que no lo vive como una liberación, sigue existiendo cierta desigualdad en la relación de pareja (cuando asume responsabilidades que deberían ser compartidas y luego aparece la queja) ,en el ámbito laboral( cuando siente que tiene que demostrar con creces su valía como mujer trabajadora) , en las relaciones sociales ( cuando ha de ser culta, simpática, sensible, guapa…).

¿De dónde proviene esta exigencia?

De la no -completud, de la ocultación de la castración, de la búsqueda del objeto radicalmente perdido, de esa abnegación que viene de años atrás pero en la que quizá siga instalada. Se recrimina cierto trato a la mujer como objeto de deseo. Si no es eso lo que quiere la mujer, qué buscaría en esa perfección física. En ella está presente la máscara (maquillaje, colgantes, adornos.) ¿Para qué o para quién?

El sentido de la estética, entendido como la percepción que se tiene sobre la belleza corporal, ha adquirido unas características específicas dentro de la belleza en la mujer contemporánea. Sería necesario como punto de partida para abordar la relación entre mujer y estética tener en cuenta las características de nuestra sociedad contemporánea.

       4.- ESTÉTICA Y CONTEMPORANEIDAD.

¿Cómo entiende y acepta la mujer la estética que este mundo actual le ofrece?

¿Cuales son los elementos característicos de esta estética contemporánea?

¿Cuál es el discurso estético expresado por la mujer en el arte contemporáneo?

¿Por qué les preocupa el cuerpo? ¿Por que lo siente como algo conflictivo?

Características de la contemporaneidad.

Según el sociólogo Baudrillard

La sociedad actual está dominada por las apariencias, donde el objeto ha perdido su función y el consumismo agresivo ha hecho que del objeto solo interese su imagen”

Las exigencias del mundo actual están dirigidas con más empeño hacia la mujer aunque no por ello el hombre escapa a estas exigencias.

La imagen corporal ideal es percibida con cierta desviación y está en función de parecerse a otro.

Aparece un arte trasgresor, un arte que plantea problemas en el que se manifiestan y expresan situaciones dadas en el entorno social, evoca la inconformidad del artista como ser social. La artista contemporánea hace un tratamiento del cuerpo como objeto visual dentro de una estética repulsiva y dramáticamente realista.

La estética considerada no como ideal de belleza, sino como recuperación de lo perdido.

Comercialización de productos, técnicas para alcanzar ese ideal de belleza, dietas agresivas que proponen soluciones fantasmas u oportunidades engañosas en las que no se cuenta con la especificidad de cada persona sino con grandes generalizaciones, tratando al sujeto como objeto.

Politeísmo de la belleza ¿Hay un criterio sobre lo que es bello o feo?

La dicotomía, alma/ cuerpo de la antigüedad se transforma en cuerpo/cuerpo.

El cuerpo como objeto de consumo, como objeto de deseo, el cuerpo como desecho.

Todos somos consumidores y hay quien afirma que la verdadera participación social en el mundo contemporáneo no se lleva a cabo por la presencia en determinadas organizaciones, asociaciones…sino que se ejercita a través del consumo. Aparecen slogans publicitarios “consumir es compartir”. . También aparece el cuerpo de la mujer como reclamo comercial, cosificación de la mujer.

La amoralidad del discurso capitalista.

El tiempo vivido con intensidad, algo que a los pocos minutos se olvida, la sociedad ofrece una intensidad no duradera, que no se extienda en un periodo largo.

En este marco contemporáneo al sujeto nada le es ajeno utilizado por su género para poner en funcionamiento toda la maquinaria que genera el mercado.

       5. ¿CÓMO ENTIENDE Y ACEPTA LA MUJER LA ESTÉTICA QUE EL MUNDO ACTUAL LE OFRECE?

Parte de las exigencias del mundo actual están dirigidas a la mujer aunque cada vez más el hombre se siente exigido en esto de la imagen.

Algunos fragmentos cotidianos extraídos de la calle recogen el sentir de la mujer.

Durante un viaje en autobús de un punto a otro de la ciudad escuchaba en los, asientos de atrás a dos adolescentes comentar. “Estoy rayada con la ropa que me he puesto, vamos a mi casa que me cambie” En este mismo momento se suben en el bus una chica con su madre y el novio de la primera, se las notaba bastante azoradas, se sientan y el novio les dice: “Tenéis que tranquilizaros, después lo veréis todo más claro” escuchaba atentamente y observaba la cara de preocupación de la joven ¿

Qué le sucede? En la mano llevaba una gran bolsa que ponía ( Pronovias) – tienda donde las novias se compran sus trajes para la boda) la chica continua discutiendo con su madre, al parecer la prueba de su vestido no había quedado bien y estaba angustiada, pues según iba contando , las pinzas del pecho no estaban bien marcadas y este no quedaba realzado. En fin deciden bajarse del autobús y volver a la tienda para dar una solución.

En el primer caso la ropa es vivida como señal de identidad, pertenecer a una clase, la ropa como marca que te define, cierto status, pertenencia al grupo de los que usan tal indumentaria, la identidad puesta en el objeto.

En el segundo caso aparece el realce ¿Acaso el pecho en la mujer no es algo que sobresale? Y además ¿Hay que realzarlo? La novia aparece como no-toda en ese detalle, la joven se siente en falta esto la angustia.

Los intereses sobre tener un cuerpo, el cuerpo debe responder a las exigencias de un sistema como instrumento de consumo.

¿Por qué preocupa el cuerpo? ¿Por qué se entiende como algo conflictivo?

Las imágenes del cuerpo perfecto, cuerpos jóvenes. La exigencia de cierta homogeneidad, han de parecerse a otros, que tengan un peso determinado, una talla aproximada, una fibrosidad concreta, una luz y belleza y todo esto para todos por igual ¿Dónde queda la diferencia? Las diferencias como marca del efecto del lenguaje, el paso del tiempo, el discurso que sostiene el sujeto, los rasgos… Nada de esto sirve cuando el cuerpo es tomado como objeto.

El concepto de estética que se maneja no va a beneficiar a la mujer, la estética manejada no es la más adecuada para su bienestar físico. Al cuerpo se le exigen dietas purificadoras, ejercicios de flexibilidad, tersura, se le pone a disposición de la cirugía, todo en pos de un ideal de belleza en el que no aparezcan los límites en el cuerpo. Hay una disposición a cierta esclavitud al amo que marca las tendencias estéticas, pero junto a esto aparece una ruptura con ese ideal. En el arte se refleja lo grotesco, cuerpos rotos, lo esperpéntico como contrapunto, como reivindicación a esos modelos que se han impuesto y que pretenden desposeer al sujeto de lo que no sea imagen.

      6. LA ESTÉTICA MÁS ALLÁ DE LO BELLO

El libro “Psicoanálisis: los nuevos signos” plantea la estética más allá de lo bello; hay una belleza ligada al goce y al deseo más que a lo universal del gusto determinado por la clase o grupo dominante. Lo hermoso ligado a un sacrificio o un bien que podríamos catalogar como necesario. No se puede ser alguien sino es en la entrega de una porción de goce a la civilización, hablamos de un sacrificio que no es resignación sino que sostiene la posibilidad misma de gozar”

La estética no solo está vinculada a lo artístico a la imagen. La pose de una persona testimonia algo, su manera de estar en el discurso, el gesto inmóvil, algo que va más allá de las palabras pero no sin ellas. En el habla, el inconsciente haya un decir en el gesto. El primer gesto como entrega, renuncia(los cuidados al recién nacido), como el gesto primordial aquí encontramos una dimensión estética más próxima al ser, al amor.

El amor como salida del sujeto ante un trato como objeto de consumo. Una dimensión estética del ser. La estética puesta en otro lugar que no es el cuerpo o la imagen que no es mostrar o deslumbrar. En esta dimensión estética del ser el tiempo se da , el amor aparece junto al otro y no es propiedad de ninguno ; surge en el encuentro con el otro y aparece la belleza de la mirada que no del ojo; sonoridad de las palabras que no de la boca, el gesto del amor que no es semblante, y una dimensión de entrega que no es sacrificio ; aquí mujer y hombre son sujetos de deseo que buscan una salida estética más allá o más acá de lo que se quiere mostrar ; el tiempo adquiere una dimensión de atemporalidad y quizá la vida podría ser vivida como ese suspiro que surge durante un instante en el que se contempla algo que nos conmueve.

Lacan pone de relieve como se puede encontrar una salida a través del amor y hacerse un ser, es decir obtener una consistencia de ser, a través del no tener. Esto ocupa un lugar privilegiado en la feminidad puesto que lo femenino enmascara el no tener , ese no tener al que Lacan da todo su peso al formalizarlo en estos momentos a través del concepto de privación , es decir no como una falta imaginaria de un objeto real sino como una falta real de un objeto simbólico. El concepto de privación no hace referencia al tener sino al ser. Esto hace comprensible la importancia que adquiere el amor pues guarda una relación con el ser y, por ello, creemos, ocupa un lugar privilegiado para “lo femenino”.

Finalmente estas reflexiones e ideas, expresadas al amparo de la lectura de textos de Freud y Lacan, entre otros ,sobre mujer, ética y estética, son fruto del recorrido realizado durante dos años en el cártel “ Mujer y vida contemporánea” , resultado de una transferencia de trabajo que ha animado a la lectura y escritura de ideas que se han ido hablando y tratando en el cártel y que con la exterioridad del

+ 1 que venía a descompletar y levantar los obstáculos, ha tenido como resultado una producción individual fruto de un trabajo sin jerarquías en la que se animaba a plantear las cuestiones que a cada cual nos iba suscitando el tema que habíamos abordado produciéndose dicha transferencia que ha permitido elaborar una producción y concluir este cártel.

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