Taller de lectura… en la palabra

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Fuera de quicio
Política y psicoanálisis

Sábado 26 de octubre
Sábado 2 de noviembre
Sábado 9 de noviembre

Hora: 12 de la mañana (duración una hora y media)
Lugar: CC Macedonia/ Sarmiento 3632
Arancel: 5.000 pesos (por sesión)

A cargo de Emilio Gómez Barroso

Desde los orígenes del capitalismo ha habido una tendencia, cada vez mayor, a no poder, si quiera imaginarse un mundo fuera del capitalismo. Es más algunos autores imaginan que el fin del capitalismo será el fin del mundo. La aceleración desmedida que imprime el sistema hace imposible pensar un posible freno. La pandemia del COVID que supuso un punto de inflexión nos hizo pensar que la amenaza iba a ser tomada en serio.
Sin embargo, la crueldad se ha vuelto espectáculo, que consumimos sin apenas rozar nuestro corazón; una imagen cruenta es elemento suficiente para vaciar de pena el siguiente horror. La mirada acostumbra a colmarse con relatos de odio, que se han normalizado y se carga de pasión con eso que se ha dado en llamar la postverdad, que no es más que una mentira apasionada llevada hasta sus últimas consecuencias.
El capitalismo forcluye el amor, como dice Lacan, que pobre e inoportuno que se presenta en el momento más inesperado, sin pensar mucho qué latir conquista y qué ser oculta haciéndolo más hermoso y misterioso porque ama algo más que el ser.
El amor equivoca, mientras que el odio es certero, pues atina con el estómago de ese que quiere devorar al otro, suprimirlo, abusar de él, y hasta aniquilar su recuerdo. Empero una parte esencial del ser humano vive de eso que murió y vuelve una y otra vez a parecer como un fantasma que no deja de hacerse cuerpo. Es en la magia del lenguaje, la magia de la lengua donde se genera otra vez una especie de esperanza obscena, pues no deja de mostrarse.
La figura de la mujer, que había sido invisibilizada bajo el dominio del hombre, apareció en el siglo XIX en la primera línea cultural, antes del sufragio universal. Ese lugar la ponía en una situación de desprotección. Siendo punta de lanza no tenía lugar en el Estado que protegía los intereses de un antiguo régimen sostenido en la revisión escolástica de Aristóteles, quien había proclamado la tríada de ordenación lógica: Dios, alma, mundo, metaforizada hoy en Capital, consumo, dominio, y otras visiones inflamadas.
En este taller trabajaremos y reflexionaremos sobre los reflejos en la actualidad de la convulsión que supone una nueva reedición de la crueldad sistémica.

Textos de referencia:

  • “La lectura en la palabra: una escritura de lo real” José León Slimobich
  • “Filosofía en tiempo de descuento” José María Ripalda
  • “Umbral de época” José María Ripalda
  • “Contra pedagogías de la crueldad” Rita Segato
  • “De un discurso que no fuera solo del semblante” Jacques Lacan (Cap. 4 “Lo escrito y la verdad)
  • “La lógica del fantasma” Jacques Lacan (cap. 6 “el inconsciente y el ello”)

Curso sobre los fundamentos del psicoanálisis en torno al seminario XI y los Escritos de Jacques Lacan

Destacado

A cargo de Marta Berrocal, Pamela Monkobodzky y Antonia Torres

Módulo III Online 2024-2025. Info.: eapseminario11@gmail.com


¿Qué relación existe entre el inconsciente freudiano y el lenguaje? ¿Es posible separar el concepto de inconsciente de la presencia del analista? ¿Qué relación hay entre el concepto de transferencia y la repetición en la experiencia analítica? La transferencia en análisis, ¿es un motor, un obstáculo, ambos? ¿La repetición, es el resorte del encuentro siempre fallido? ¿Cómo podemos trabajar la pulsión a través del lenguaje?

Estas y otras preguntas guiarán nuestro recorrido en el estudio de los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, a través de la lectura de algunos Escritos de Lacan en diálogo con el Seminario 11.
Realizaremos un recorrido a partir de estas y otras preguntas para adentrarnos en los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, así como una lectura de algunos textos de los Escritos de Lacan que nos permitan dialogar con el seminario

Para realizar la matrícula del curso escribir a:
eapseminario11@gmail.com
Puedes enviar cualquier consulta o duda a este mismo correo

La matrícula del curso será de 150 euros (80 euros para estudiantes) y
de 50 dólares para America Latina.
Les informaremos del modo de pago por email.

Palestina por Vivian Palmbaum y Maite Manzanares

Palestina, un nombre que duele. Por Vivian Palmbaum

El 4 de noviembre del año 2004 León Rozitchner iniciaba una nota, en el diario Pagina 12[i] alrededor de la cuestión Palestina, con varias preguntas: ¿Recuerdan cuando hace dos mil años los judíos palestinos, nuestros antepasados en Massada sitiada, enfrentaron las legiones del Imperio romano y se suicidaron en masa para no rendirse? ¿Recuerdan la rebelión popular y nacional de nuestros macabeos contra la invasión romana, cuando murieron decenas de miles de judíos y se acabó la resistencia judía en Palestina y nos dispersamos otra vez por el mundo? ¿No piensan que esa misma dignidad extrema que nuestros antepasados tuvieron, de la que quizá ya no seamos dignos, es la que lleva a la resistencia de los palestinos que ocupan en el presente el lugar que antes, hace casi dos mil años, ocupamos nosotros como judíos? ¿No se inscribe en cambio esta masacre cometida por el Estado de Israel en la estela de la “solución final” occidental y cristiana de la cuestión judía? ¿Han perdido la memoria los judíos israelíes? 

Las preguntas que entonces se formulaba aún quedan abiertas y sus respuestas aparecen en el campo de una realidad dolorosa para los pueblos palestino e israelí, para las personas sensibles y más aún para quienes somos herederas de los campos de exterminio que masacraron 10 millones de personas, en su mayor parte judíos. Palestinos e israelíes se ven envueltos en una dialéctica de perseguidores y perseguidos, los une el miedo, el terror, porque han quedado sujetos a un conjunto de crímenes que se distribuyen en forma proporcional al ejercicio del poder y al dominio de sus aparatos de muerte. . 

Sabemos que el 7 de octubre se produjo un brutal ataque terrorista sobre una población civil por parte de la organización palestina Hamas,  que tomó de rehenes a pobladores israelíes que ahora comienzan a ser liberados. Brutal e inhumana consumación de un plan cuyos ejecutores han dejado a sus compatriotas palestinos librados a una retaliación pocas veces vista, y que a la vez parece favorecer al gobierno de Israel envuelto en un descrédito creciente.  

El hecho fue dominado por un ejercicio de venganza, donde el ojo por ojo se vuelve interminable. Un tema tan complejo siempre es difícil de abordar. Me pregunto ¿podemos seguir siendo indiferentes? Es  imposible la neutralidad pero tampoco la indiferencia que se muestra como un síntoma de esta época en donde el individualismo se ha cimentado en la conciencia de las mayorías, y ello merece un texto aparte.

Nos interroga León Rozitchner  ‘¿no les dice nada pasar a ocupar ahora el lugar impiadoso, como brazo armado de los poderosos capitalistas cristianos, contra una población civil asediada y asesinada por osar defenderse contra la expropiación ilimitada de un territorio que debía ser compartido?’  Retomo la pregunta porque la respuesta es entregada por los hechos. Un enorme muro construido para separar a la Franja, un escudo antimisiles, armamento de lo más sofisticado, el control del suministro eléctrico, de agua, el asedio a la población hacinada en la mayor cárcel a cielo abierto, donde el control de quien entra y quién sale es férreo, el maltrato, asesinato de niñas, niños y jóvenes, el encarcelamiento, el asentamiento de colonos,  la lista de vejaciones y arbitrariedades es innumerable. 

Por sus cuestionamientos el filosofo León Rozitchner fue tildado de antisemita por la propia comunidad cultural de la que era heredero. Un destino para quienes nos atrevemos a cuestionar las políticas de un Estado que ha convertido al país en un cementerio de palestinos. Hay en una parte de la comunidad judía una sensibilidad extrema hacia el disenso que se resuelve con la acusación de antisemitismo. 

Aquí lo siniestro, se vuelve visible, el odio y la ley del talión no cesan de escribirse como una trama infinita alrededor de una tierra objeto de disputa. Hay guerras y guerras, unas son casi imperceptibles, esas que se cobran día a día vidas en nombre del progreso, otras guerras son las que se televisan, en directo, con más rating. 

Lo Unheimlich se hace presente mostrando que lo aterrador llega desde lo más cercano y familiar. Imágenes, como polaroids nos llegan trayendo angustia. Un niño palestino cuenta que ya no puede conciliar el sueño porque teme no volver a despertar, mientras relata que el ruido de las bombas es parte de su vida cotidiana.  Aparece una operación que borra el colonialismo ejercido sobre la tierra palestina, y pone en primer plano el ataque terrorista  para suprimir sus antecedentes. Lo que no quiere decir que se justifique el brutal ataque de Hamas, que merece una enfática condena, sino que hay una serie de hechos que atraviesan la historia de la creación de un Estado sobre las tierras donde antes convivían de manera pacífica distintos pueblos. Parece haberse desplazado el concepto bíblico de ‘pueblo elegido’ hacia pueblo perseguido que ha recaído sobre las y los palestinos que se asientan en esos escasos kilómetros que aún conservan.

Entre tantas voces que se pronuncian contra este genocidio, la filósofa feminista Judith Butler[ii], escribió una misiva al presidente Biden, donde dice, entre otras cosas,  ‘todos deberíamos dar un paso al frente y oponernos a eso y pedir que se ponga fin al genocidio. Pero el hecho es que la violencia que estamos viendo pertenece a una violencia de larga data, una violencia que lleva 75 años… Hasta que Palestina sea libre y las personas en Palestina puedan vivir como ciudadanos o actores políticos en un mundo que ayuden a crear, hasta que se auto-gobiernen y forme parte de una democracia… Seguiremos viendo esta violencia estructural que produce este tipo de resistencia’. La expresión de Butler, es parte del conjunto feminista que unánimemente se ha solidarizado con el pueblo palestino y el pasado #25N alzó sus voces en una acción global y unánime contra el exterminio.  ¿Existe un medio de librar a los hombres de la amenaza de la guerra? ¿De canalizar la agresividad del ser humano y armarlo mejor psíquicamente contra sus instintos de odio y de destrucción?  Pregunta que Albert Einstein dirigía a Sigmund Freud allá por 1932, cuando en Europa la inquietud avanzaba dejando atrás la Primera Guerra y estaba en ciernes una nueva guerra en el escenario europeo. Freud tenía pocas esperanzas de que fuera posible, menciona que las pulsiones destructoras nos habitan, a pesar de los buenos ideales, y afirma que todo lo que trabaja en favor del desarrollo de la cultura trabaja también contra la guerra. Sin embargo, Freud aún no entreveía que hay una cultura que ha potenciado el consumo a niveles nunca vistos, que lejos de favorecer sentimientos de solidaridad potencia la violencia, la rivalidad y una  agresividad creciente


[i] https://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/subnotas/117692-37474-2009-01-04.html

[ii] Las vidas palestinas también importan: como persona judía y experta en filosofía, Judith Butler repudia el “genocidio” de Israel en Gaza | Democracy Now!


La vida en una maleta. Por Maite Manzanares

“La esperanza no es lo contrario de la desesperación, es quizás una fe que nace de que les somos indiferentes a los dioses…que nos han dejado a expensas de nuestro don para explicar la niebla”.

Palabras del poeta Mahmud Darwish, poeta de Palestina y que hoy cobran más sentido aún. Mahmud Darwish es el poeta más conocido de Palestina y también del mundo árabe. Nace en el año 1941 en Birwa un pequeño pueblo de Palestina.

En 1948, siendo un niño de siete años, tiene que abandonar su pueblo con su familia de noche, porque habían entrado las milicias del recién creado estado de Israel y sus vidas peligran. Birwa es destruido. Inaugurando para sus habitantes una vida de continuo exilio.

Darwish escribe una veintena de libros de poesía además de otros de prosa autobiográfica, ensayística y epistolar. Con su obra hizo de la supervivencia una ética de la dignidad.

En estos días los sucesos que están ocurriendo hacen que recurramos a la poesía para poder resistir a tanta barbarie retransmitida en directo. Miles de niños y niñas han muerto en un mes y siguen haciéndolo. Mahmud Darwish habla de la importancia de la poesía como el lugar para preservar esa memoria cuando la tierra ya no es tal, cuando se va perdiendo y te van expulsando de ella y nos dice que la poesía es el archivo de los árabes y que si en Occidente todos los caminos van a Roma en el mundo árabe todos los caminos se dirigen a la poesía. Estamos viendo la destrucción de un espacio y de una gente y hay que contarlo porque si no borrarán lo que esto supone. Para Darwish Palestina es la historia del verbo y el que la escriba heredará su destino. Oír es existir. La naturaleza de esta Palestina siempre estará presente en el acerbo cultural.

LA TIERRA SE ESTRECHA PARA NOSOTROS

La tierra se estrecha para nosotros. Nos hacina en el último pasaje y nos despojamos de nuestros miembros para pasar. La tierra nos exprime. ¡Ah, si fuéramos su trigo para morir y renacer! ¡Ah, si fuera nuestra madre para apiadarse de nosotros! ¡Ah, si fuéramos imágenes de rocas que nuestro sueño portara cual espejos! Hemos visto los rostros de los que matará el último de nosotros en la última defensa del alma. Hemos llorado el cumpleaños de sus hijos. Y hemos visto los rostros de los que arrojarán a nuestros hijos por las ventanas de este último espacio. Espejos que pulirá nuestra estrella. ¿Adónde iremos después de las últimas fronteras? ¿Dónde volarán los pájaros después del último cielo? ¿Dónde dormirán las plantas después del último aire? Escribiremos nuestros nombres con vapor teñido de carmesí, cortaremos la mano al canto para que lo complete nuestra carne. Aquí moriremos. Aquí, en el último pasaje. Aquí o ahí… Germinarán olivos… De nuestra sangre. (De menos rosas/Mahmud Darwish)


Vivian Palmbaum es Psicoanalista, miembro de la Escuela Abierta de Psicoanálisis e integrante del proyecto Propuesta Tatu

Maite Manzanares es miembro de la Escuela Abierta de Psicoanálisis


 Hemos querido acompañar estas líneas de nuestras compañeras Vivian y Maite con un artículo escrito por Freud en 1930 sobre sus reticencias al sionismo.

El 26 de febrero de 1930, Sigmund Freud, escribió una carta sobre el futuro Estado de Israel dirigida a Chaim Koffler, miembro de la Fundacion para la Reinstalacion de judios en Palestina (Keren Havesod). La existencia de esta carta se censuró y se la mantuvo escondida. Jacques Le Rider la tradujo del alemán por primera vez, y fue publicada por la revista «Clínicas mediterráneas» (Nro. 70, Erés, 2004), acompañada de un comentario de Elisabeth Roudinesco, historiadora del psicoanálisis. (También el tema fue recogido posteriormente en Le Nouvel Observateur). [Información recibida a través de Manuel I. Santos y rescatada de atrio.org desde la Escuela Abierta de Psicoanálisis]

Mis reticencias sobre el sionismo

Señor Doctor,

No puedo hacer lo que usted desea. La reticencia de mi personalidad para interesar al público es inmodificable y las circunstancias críticas actuales no me parecen las mas adecuadas para un cambio de actitud. Quien quiera influenciar al gran público debe tener algo muy sorprendente y entusiasta para decir y mi juicio sobre el sionismo de ninguna manera lo permite. Tengo los mejores sentimientos de simpatía por los esfuerzos libremente consentidos, soy fiador de nuestra universidad de Jerusalem y me alegro de la prosperidad del establecimiento de nuestros colonos.

Pero, por otra parte, yo no creo que Palestina pueda jamás devenir un Estado judío ni que el mundo cristiano como el mundo islámico, puedan un día estar dispuestos a confiar sus lugares santos a que los guarden los judíos.

Me parece que hubiera sido mas atinado, fundar una patria judia sobre un territorio históricamente no cargado, pero ciertamente, se que por un designo tan racional, jamás se podría suscitar la exaltación de las masas y la cooperación de las personas ricas.

Concedo también y lamento que el fanatismo poco realista de nuestros compatriotas, tiene gran parte de responsabilidad para despertar la desconfianza de los Árabes.

¡No puedo experimentar la menor simpatía por una piedad sionista mal interpretada que hace de un trozo del muro de Herodes, una reliquia nacional y a causa de ella, desafía a los habitantes de todo un país !

Juzgue usted si con un punto de vista tan crítico como el mío, soy la persona que se necesita para jugar el rol de consolador de un pueblo embanderado en una esperanza injustificada.

Sigmund Freud

Vienne, 19 Berggasse, 26 février 1930

¿Qué esperamos de la política? de José Slimobich

Recuperamos algunas palabras de José Slimobich,  que cobran plena vigencia en tiempos de espejismo al que nos lleva el capitalismo:

¿Qué esperamos de la política? El Mesías, el político que viniera a redimir la situación, que nos ayudará a vivir mejor. Hay un goce mesiánico en el ciudadano que vota creyendo que su voto va a definir el retorno de algo que nos va a salvar finalmente. Hay un goce mesiánico en la acción política, por eso condensa tanta importancia, aunque cada vez menor, porque el sujeto se va alejando de ese goce frente a la decepción que le ocasiona, porque un goce necesita también cierta resonancia y en este caso lo que encontramos es que hay una figura que puede ocupar ese lugar. 

Cada tanto aparece  esa figura que nos dice que finalmente ha llegado la buena nueva, ha llegado este hombre que nos va a rescatar de la miseria, de la humillación y nos va a hacer sentir nuevamente la dignidad de la política, bla, bla,bla, mirad lo que pasó, bla, bla, bla y lentamente vemos como eso se derrite. El goce en exceso también tiene ese peligro; sube y luego cae, cae de un modo vertical.

Este fragmento es parte de un texto revisado, sobre El lugar del hombre en la sociedad patriarcal, una charla debate en Pamplona el 13.6.2019

Dosier Tres Pases

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Dosier LetraHora: Revista Psicoanálisis.
junio de 2023

El dispositivo del pase planteado
por Jacques Lacan …….. 03-05
José León Slimobich Pogarelsky
Sobre el funcionamiento de
cartel del jurado de pase …….. 06-07
F. Grinberg/M. Duro/P. Garrofe/B. Reoyo/P. Monkobodzky
Pase 1. Seguir al pez en su nado vivo…… 08-18
Beatriz Reoyo
Documento para el jurado del Pase .. … .19-21
Antonia Torres
Resolución del cartel de jurado del pase… … 25-28
Escuela Abierta de Psicoanálisis
Pase 2. La belleza de un agua enferma… … 29-33
Andrea Udiales
Testimonio del pase Andrea Urdiales… … 34-37
Antonia Torres
Testimonio del pase Andrea Urdiales… … 37-43
Fabiana Grinberg
Resolución del cartel de Jurado de Pase… … 44-48
Escuela Abierta de Psicoanálisis
Pase 3. LA TRAMA DEL TRAUMA.
Del sentido a la poca cosa.. … 49-53
Carolina Laynez
Texto para el cartel de jurado del pase. .. … 53-57
Laura Alonzo
Texto para el cartel de jurado del pase. .. … 58-60
Emilio Gómez
Resolución del cartel de Jurado de Pase. ….. 60-64
Escuela Abierta de Psicoanálisis

Dosier LetraHora: La lectura en la palabra

Destacado

José León Slimobich Pogarelsky y Emilio Gómez Barroso


Introducción

• El ser que habla, el ser hablante, es poema
• El analista lee en el texto, que le presenta el analizante
• Lo que se despliega en los juegos entre
el lenguaje y la lengua es la letra como plus de goce
• Lo real que solo puede “leerse” desde un discurso
• El goce está fuera del tiempo cronológico
• La escritura interviene en la palabra y el leer
se produce en ese acto, fuente del equívoco
• Los sueños: la lectura en sentido doble
• El escrito que surge en simultaneidad con su lectura
• El cuerpo como síntoma: fragmento significantizado del goce
•…no hay palabra sin escritura, ni escritura sin palabra. Y agregamos: no hay autor
• Ungrund (fundamento del fundamento). Nunca se tendrá

“Y aun cuando se haga confirmar por una jerarquía. ¿Qué jerarquía podría confirmarle como analista y darle ese certificado?(…) Repudio ese certificado: no soy un poeta, sino un poema. Y que se escribe, pese a que tiene aires de ser sujeto. ”
(Prefacio a la edición inglesa del seminario 11 de J. Lacan)


CURSO SOBRE LA PRÁCTICA DE LA LECTURA EN LA PALABRA

Sobre el paradigma del leer de José León Slimobich
Coordinación: Beatriz Reoyo y Emilio Gómez

Dirigido a quienes tengan interés en interrogarse acerca de la diferencia entre una escritura común, y aquella que escribe en la palabra. Esto funda, en la enseñanza de Lacan, una npráctica diferente, asentada en el discurso analítico. Lo que la escritura en el habla propone es una interferencia en la construcción fonológica del relato hablado. Dicho relato es texto para nuestro modo de abordarlo, camino hacia la letra. La letra que lee no progresa ni evoluciona, repite sin consideración, que es lo propio del goce. De esta repetición, surge el escrito que porta algo nuevo. Eso nuevo no le debe nada a la historia, a la cronología, no acepta las coordenadas del cálculo histórico con respecto al hito o al epos.

Con eso “Nuevo”, efecto de lectura en la repetición, el sujeto construye su entrada al mundo de la diferencia. Se aparta de la lengua materna, de la lengua impuesta en el hogar primitivo. Entra al mundo con ese objeto, la letra, de la mano. Esta entrada no se habla, no está en el registro fonológico, no participa del Otro. Es lo escrito que habla y hace semblante.

Elogio de la pandemia,

“Amigos y amigas queridos. Ayer partí rumbo a otro mundo, espero que mejor. Me fui silbando bajito, siempre con alegría. Cualquier cosa me escriben. ¡Un gran abrazo!”
José León Slimobich Pogarelsky

Así que finalmente no era el apocalipsis retratado en las pinturas holandesas ni en el alma de los que temen a Dios. Era una muerte escasa y anciana, encerrada humanidad en las paredes de la ciudad ausente de toda naturaleza. No se muere así no más, sin gloria alguna, sin un velorio, alguien que en presencia dice algo que suene a vivo del que ha muerto. Sobre las tumbas recientes no florecerá la vida, sino la permanencia del contagio, la peste que sigue …

Pero nada es negativo. Al trastocar el tiempo, al eliminarse toda la actividad desarrollada por los cuerpos en el espacio y el tiempo, tropezando unos a otros, buscándose para hallar consuelo a esta capacidad de justificar la existencia, llamémoslo amor, amistad, bajeza, ganas de reír o llorar y, sobre todo, la incapacidad de comprender por qué hemos, conjuntamente, todos, hemos llegado hasta aquí.

En pocas ocasiones el tiempo se extiende libre para gran parte de la humanidad, desde todas partes a todas partes, por fin se entiende lo que es la globalización. Se cierran las puertas, quedan limitadas las circulaciones, la intimidad es sugerida, el ocio necesario y se despiertan entonces, inclinaciones que estaban guardadas en la ausencia del tiempo eterno, del suceder igual de los días, de las distintas manifestaciones de lo mismo.

Esto sucede con la pandemia: se despiertan las escrituras. Psicólogos, educadores, sexólogos, periodistas, filósofos, políticos, economistas, infectólogos, profesionales de la estadística, del humor, de la canción, de las religiones apocalípticas, de las religiones del consuelo, de las medicinas alternativas son escritores, largan su papel impreso con reflexiones profundas, con verdades de a puño, como si los papeles se hubiesen puesto a soñar ideas, como este mismo que dice Elogio de la Pandemia.

He abierto los ojos y he visto. Inútil tiempo del encuentro cuando en la soledad encuentro, entre estas paredes el destino que espera por mí, no es la algarabía del otro, en lo cual concurre el olvido. El exterior, lo que se llama la vida normal, no es más que distracción, pedido de reconocimiento, acción para mostrar la existencia de algo que se llama con un nombre y que responde cuando lo dicen.

Elogio de la Pandemia, pues no necesito de ningún otro, y solo del almacenero de la vuelta de mi casa y apenas un par de zapatos en toda mi vida, para recorrer los metros que me separan de él. El resto es respirar seguro, mientras mi olfato recorre una y otra vez el olor distintivo de lo que contagia, el enemigo humano que quiere envenenarme con su corrupción, por las vía aéreas, como un patrón que castiga a su obrero o como un dios que olvida a su devoto.

No se distingue el día de la noche, la molicie del movimiento, el orden del desorden, pues en un sitio determinado, es igual. Nadie saldrá a juzgarme, nada me acucia, solo el yo, si así lo quiero, puede no dejarme en paz. Las pocas cosas que adquieren importancia se compone de las comida del día, cantidades y calidades, gustos e innovaciones, el tiempo del cual hablamos se desliza en los fuegos y se hace en los platos distintos. Es casi absurdo aquello que sucede y esto es lo mejor, el Elogio.

Un presidente, el del país más poderoso de la tierra, sugiere tomar insecticida para curar la maldición, el petróleo se regala como una prostituta avejentada en las plazas públicas, sin nadie que quiere tomarla, más que algún adolescente sin dinero, los muertos se juntan en las fosas comunes, y nada se dice, será igual a como era. Es otra virtud en lo que sucede: cómo se renueva el eterno enfrentamiento entre el bien y el mal. De un lado las muertes, la infección, los límites de lo humano, por el otro, la obediencia, el orden para que los contagios no se extiendan, al menos por ahora el prevalecer de la vida sobre la economía. Pero ya reacciona con vigor: falta dinero en sangre, que es la existencia sin el salario, porque como se sabe todos, absolutamente todos, somos proletario. ¿Acaso no lo dice así el dueño de los bancos …?» toda mi vida he trabajado, nadie me regaló nada»

Siempre el bien, el esfuerzo de los médicos, el brujo salvador, el chamán y del otro que se burla del aislamiento, el que lleva la peste donde va con total impunidad. El que dona su esfuerzo y su posibilidad material y el que hace pingües negocios con la necesidad imperiosa de sobrevivir que posee el humano, justamente porque sabe que puede querer desaparecer.

Elogio de la Pandemia, pues de ella son el taciturno, el ermitaño, el que no tiene futuro, el drogadicto, los que duermen mal, los hijos de familias desestructuradas, y los hijos de familias estructuradas que no fueron amados, los que fracasaron, los que cayeron, los que nunca subieron, los que saben que no, los ladrones, los esclavos de todo tipo, los que aún no han nacido, los que desean la muerte de los que odian y también los que se odian a sí mismos, pero cuidan su salud…. Y especialmente los escritores, que finalmente no necesitan sonreír durante el día, y tienen todo el tiempo para gozar con sus letras, sus ideas y fundamentos, para buscarle los pies al gato y también su maullidos escapando por los techos del nunca.

Se puede acusar de falta de compasión a los deudores de la pandemia, pero tienen su pequeña justificación: creen firmemente que todo esto que sucede en todo el universo conocido, a saber, la Tierra, es absoluta responsabilidad de eso que llaman el ser humano, otros el ser que habla, y otros no se sabe. Pero todas las denominaciones de ese objeto viviente llamado humanidad mata un niño cada 30 segundos por hambre…

Ahora, un interlocutor supuesto dirá que confundo las cosas y que son diferentes problemas. Esto es muy cierto: con la pandemia muero yo y no un niño confuso en una lengua extranjera. Confusión por partida doble y aún más porque cada muerte de la pandemia tiene número, pero… ¿qué número tiene aquel que no existe?

Escucho el rumor de los filósofos, los políticos, la gente culta que dice que esto que aquí se dice, en este Elogio de la Pandemia, es muy simple, que las cosas son más complejas, más confusas. Y por ello no comprende este escrito el ajedrez del mundo… que este Elogio de la Pandemia termina siendo un texto de la fe, de las buenas intenciones, de las conciencias que se lavan en el agua de la impotencia. Pero lo cierto de este Elogio es que insulta a los de siempre, los dueños de la tierra, del aire y del agua, que ejercen el odio y el deseo de muerte o más bien, que no molesten, que mueran en su lugar inferior, negros, pobres, mujeres golpeadas, mientras que denigran a los colectivos que intentan proteger, organizar y socorrer a los postergados de siempre, denigran los movimientos sociales, y a los gobernantes hechos de pueblo, que comprenden que todos, hombres y mujeres, y ricos y pobres, tienen miedo de morir, como si esperara el infierno o el peor de los castigos: desaparecer en un sin nombre.

Elogio de la Pandemia, pues el humano solo podrá llamarse a sí mismo, Elogio de la Pandemia, pues nos obliga a reflexionar sobre la injusticia y el dolor del mundo, aunque no queramos, aunque cerremos los ojos… y solo nos quedará abrazar al otro en la luz del mundo.

José León Slimobich
integrante de la revista Letrahora.

Este es un texto recogido de los archivos no publicados de José León Slimobich, en la medida en que podamos seguiremos publicando otros textos suyos y de miembros de la EAP.

Homenaje a José León Slimobich Pogarelsky

Destacado

7 de agosto de 2022

Pepe Slimobich

A los que ponen un lobo en su rostro cuando comen cordero
Ceux qui mettent un loup sur leur visage quand ils mangent du mouton
 Jacques Prevert

José León Slimobich (con b larga para respetar la grafía de la confusión migratoria) Pogarelsky, siendo un psicoanalista, pensador, militante y hacedor de cuerpos poéticos, presente en múltiples foros psicoanalíticos, eligió desde hace más de 30 años, pertenecer a la Escuela Abierta de Psicoanálisis.


Se alejó con firmeza de la purpurina política que otorgaban los escenarios multitudinarios para trabajar lo que él mismo, a través de la lectura viva de Freud y Lacan, llamó el paradigma del leer. Slimobich (con b larga) entendía muy bien que la política necesita de la visibilidad, de la imagen, y también que las apariencias engañan. Basó este paradigma en el campo de la ética (que se alimenta más de la voz y el corazón), por ello para él un seminario central era la ética del psicoanálisis, y no cedió a ninguno de los cantos de sirena que despertaban su quehacer clínico para incluirlo en las cortes monárquicas.


Tentado por el campo freudiano para un lugar en su jerarquía eligió embarcarse en la fundación de la Escuela Abierta de Psicoanálisis junto con otros compañeros. Eso le hizo encontrar lo sorprendente en lugares que tienen más que ver con el arrabal (como el tango, su música) que con la ciudad dormida. Esta Escuela se fundó bajo el modo asambleario no jerárquico, ni democrático, desde la voz de la asamblea cada uno tomaba decisiones para allanar el camino al texto de los nuevos sentidos.


No dudó en frenar, driblar, correr hacia adelante, hacia atrás, volar, con tal de combatir el aburguesamiento del diván. Fundamos también Letrahora en un momento político duro, la enésima crisis argentina, leída por él como el nuevo laboratorio mundial de la precariedad y huida de capitales hacia lugares sin miedo. También leyó el casamiento de la ciencia y el capital que traería la licuefacción de los polos, porque sabía muy bien que el amo cambia los rumbos del saber instrumental para aprovechamiento propio. Eso es discurso, compañeros, y no un saber psicológico de la letra psicoanalítica.


Una época dura como la actual nos conminó a todos al aislamiento, pero aún así seguimos estableciendo contacto a distancia, no deteniendo el trabajo analítico, ni siquiera el político, José León siempre estaba ahí para escuchar y alentar nuevas ideas, incluso echar unas risas, porque el humor no faltaba, y hay cosas que no se pueden comprar. Comenzaron desde ahí a aparecer dosier en Letrahora que expresaban la inquietud del nuevo orden y jornadas que la pantalla posibilitaba.


Es difícil traducir esto a otras lenguas, pues el significado se confunde cuando la voz suena familiar. La traducción funda el equívoco de cambiar el sentido de las cosas cuando las palabras se escriben de manera parecida, los falsos amigos del lenguaje y la política se surten de la fe y la desesperación, pero Pepe no era un hombre de fe y tampoco se dejaba llevar por la impaciencia. Sabía muy bien que la repetición era el lugar de lo inconsciente y que siempre aspira a la novedad, eso no le arredraba… Esperaba, pues su descanso era una letra que a los orillados nos transmitió como lugar de la desapropiación, de la desapropiación de sentido y de la desapropiación del yo. Un lugar vacío hecho de voz dormida, de mirada ciega, de resto y del sabor de inútil que marca el lenguaje poético y que permitió hacer cosas que ninguno de nosotros hubiéramos sabido hacer desde la reflexión y el pensamiento, decía: uno hace más con lo que no sabe que con lo que sabe, eso me llegó directo al corazón.


Implicaba esto ya una acción, la del no saber, la del no tener ni idea, transmitió muy bien que la posición del psicoanalista es no tener ni idea, y aun así no desesperar, lo importante es el discurso, no la normalidad.


Deja muchas cosas, muchos caminos abiertos, mucha letra viva y soñante, porque conocía muy bien que el sueño es un lugar atemporal donde habitan las letras por venir, quedan muchos pedazos rotos y ese lugar que dejó para ser hablado de nuevo.
Vaya nuestro sentimiento más cordial hacia la familia y amigos.


Un abrazo enorme amigo y compañero.


Emilio Gómez Barroso
Presidente de la Escuela Abierta de Psicoanálisis en España