Para demostrar esto
sabemos que Lacan ha explorado otras ciencias con la intención de establecer la
relación de los discursos con la verdad, así:
Cuestiona el saber evolutivo producido desde la filosofía
Intenta que el psicoanálisis
vuelva al espíritu freudiano. Los epígonos de Freud lo habían llevado a una realidad
que falta a la verdad freudiana, a saber, que el psicoanalista está ubicado en
el discurso de manera no jerárquica, ya que trata de hacer con el lenguaje algo
que no termina en la persona, por más reconocimiento que se le prodigue.
Lacan comenta el nicho
en el que la cultura le ha ubicado, inventándose ese neologismo que es
“poubellication”, que alude a la vez al cubo de basura y a la aparición de un
texto en el espacio público. En ese lugar, que nombra así, hay personajes, nada
menos que de la talla de Samuel Beckett. Merece la pena repasar al menos sus
ideas en el teatro, el absurdo, o leer la carta alemana.
“Esperemos que llegue
el día, gracias a Dios ya llegado en determinados círculos, en que la lengua se
utilice con la máxima eficacia allí donde con mayor eficacia se inutiliza. Como
no es posible eliminar la lengua de golpe y porrazo, al menos será preciso no
dejar cabos sueltos que puedan propiciar su caída en descrédito. Abrir en ella
un agujero tras otro hasta que lo que acecha detrás, sea algo, sea nada,
comience a rezumar y a filtrarse.”
Parece ser que el
término publicidad ya era muy usado desde el estructuralismo, sin embargo,
Lacan le da una vuelta más, transforma lo público en la poubelle. Este término
ya es un anuncio del lugar que ha de ocupar el analista con respecto a esas
letras que van escribiendo en una escucha.
Lacan dice que no se
siente mal en ese mercado inútil.
A Lacan, entonces se
le identifica con el estructuralismo, con respecto al tratamiento del lenguaje.
Esta teoría nace con un texto de Ferdinand Saussure titulado “Tratado de lingüística
general”, trata en esencia de las relaciones entre lo fónico, lo escrito y la
realidad y, por otra parte, de las diferentes cadenas del lenguaje, sincrónica,
que tendría que ver con lo que sucede en la actualidad con el lenguaje y
diacrónica, cuando se toman diferentes épocas en una misma lengua, incluidos
aquí términos desaparecidos u olvidados que pueden volver en algún momento con
otros sesgos.
En el momento que
aparece una teoría se empiezan a constituir diferentes formas de abordarla,
diferentes escuelas. Para el estructuralismo aparecen la Escuela de Praga,
Escuela de Copenhague, incluso una escuela americana. Cada una desarrolla un
aspecto diferente de la apertura estructuralista. Y Lacan dialoga con
representantes de cada una de ellas.
Ubiquemos un poco su
importancia, ya que nos va a ayudar a entender mejor lo que Lacan persigue.
Lacan dice que él entiende el estructuralismo como una teoría de lo serio,
entendamos por serio, no lo que es grave, sino aquello que puede hacer una
serie con distintos elementos que anteriormente no se habían relacionado. ¿Por
qué entender que solamente lo íntimo pertenece a lo interior y no tiene que ver
con lo público? ¿Por qué lo insignificante, lo no- culto, no tiene relevancia
en el lenguaje oficial? ¿Se decide el lenguaje en los despachos que lo hablan
intentando respetar reglas fijas? ¿No hay una incidencia de lo público en lo
íntimo y viceversa?
Se trata de una
manera de abordar el lenguaje, cualquier tipo de lenguaje sin apelar a
estructuras bastardas a él, ¿cómo se puede estudiar si no otras lenguas que
poseen orígenes diferentes a las mayoritarias?
Estas ideas del
estructuralismo se trasladan a otras disciplinas como la antropología. Es
decir, la antropología comienza a utilizar la de oposición de términos y la
contigüidad de los mismos, y también introduce en el lenguaje modos que habían
sido orillados, como, por ejemplo, los cuentos y los mitos, observando rasgos
comunes en culturas diferentes. Levi-Strauss introduce el estudio de la
etnografía que parte de la lengua in situ y no de la tradición de estudiar
lenguas y costumbres extrañas a nuestra cultura desde las casillas diseñadas
por las lenguas de prestigio.
Lacan, por tanto, se ubica en esa especie de
polémica que intenta romper una tradición. Es desde ahí, desde donde comienza a
extraer sus elementos de discurso.
Primero el sujeto.
Tomemos frases del lenguaje en las que aparentemente no existe sujeto, la frase
“llueve”, para un español es más impersonal, pero un francés le pone un sujeto
“il pleut”, no es lo mismo el fenómeno meteorológico que lo que se hace con la
lluvia, así no es lo mismo que llueva para un campesino que para un ingeniero
de estructura hidráulicas, los dos hacen con la lluvia cosas diferentes. Es
decir, en esa frase hay un pensamiento previo.
Es interesante ver el
alcance del estructuralismo, incluso en la crítica social. Hay un texto de
Jacques Prévert que se llama “La lluvia y el sol”,( Prévert era amigo de Lacan,
poeta) en él hay un poema que se llama “escuchan gente de Vietnam”, cuando era
una colonia francesa, Prévert relaciona las costumbres de la gente del Vietnam,
primero con una especie de ditirambo, su actitud con el campo, con los
elementos meteorológicos, para después hablar de la guerra de familias, y de
algo tan lejano como la bolsa de Paris, está incluido en un todo, pero parece
un mapa perfecto de las causas del Vietnam.
Pongamos algún
fragmento:
“Esos seres
inferiores/arquitectos bailarines pescadores mineros/…paisanos y pastores
artesanos y portuarios…/Esos seres inferiores/ no sabían odiar más que al
odio/no despreciaban más que al desprecio/Esos seres inferiores/ no temían a la
muerte/tanto amaban al amor/tanto a la vida/…
Pero/había también
venidos de muy lejos/los Monopolitanos/los de la Metrópoli y el atractivo de la
ganancia/…y también los misioneros y los confesionarios/…De pronto los rápidos
de la Historia arrastran/sus barcos de papel moneda…”
No es extraño pues
que Lacan relacione al estructuralismo con la verdad como causa, aun así, muy
lejos de las Weltanschaungen, muy lejos de las cosmogonías.
Entonces, Lacan
exclama: ¿para qué tomarnos el trabajo?, no hay universo de discurso, sino más
bien algo que está interrelacionado en base a los desplazamientos, a las
metáforas y a algo que no deja de no estar como estructura.
He descrito los
primeros elementos de la idea de discurso lacaniano, el sujeto, no como un yo,
y también los significantes, ahora bien, Lacan arrima el significante, no al
significado, sino al campo del discurso. ¿Qué quiere decir? Que no lo conecta
con el significado, sino que la barra que introduce Saussure entre el
significante y el significado es una barrera que se mantiene, no hay relación
con el significado, el significante solamente representa al sujeto para otro
significante, el sentido no lo otorga la relación arbitraria del significante
con el significado. Este es el estructuralismo de Lacan, que de alguna manera
se diferencia del de Saussure, del de Jakobson, Escuela de Praga, o Himselev de
la Escuela de Copenhague.
Por otra parte, Lacan
desarrolla aquello que tiene que ver con el objeto a. Hay algo que queda fuera
del saber, y esto es muy interesante porque tiene que ver con la posición.
Parte del pote de mostaza, ese pote que ya porta el nombre del contenido, ahora
bien, nos dice que el contenido o la materia de que está hecho no es el
significante, es decir, no es la sustancia que contiene lo que le da su valor
de circulación, sino su hueco, el que haya sido vaciado, susceptible de ser
llenado con cualquier cosa, eso es lo que hace que circule de un lugar a otro,
eso es lo que queda como investigación incluso arqueológica, que el pote, la
urna mortuoria, el tambor o cualquier objeto vaciado acabe en la estantería de
un coleccionista, por ejemplo. Eso es
importante, volvamos a Jacques Prévert, el coleccionaba caja de fósforos,
aparentemente un objeto que en sí mismo tiene un valor de uso. Pero lo
interesante era la disposición que Prévert había encontrado para colocarlos a
la vista, encajados unos con otros como haciendo un friso en su casa, ahí es
donde se va la mirada, a un orden que atrae, el objeto no es el objeto en sí,
sino eso que le hace ser atractivo a la mirada, eso que hace que muchos peguen
sus ojos cuando aparece con su brillo, es decir lo atractivo del asunto es que
el objeto captura la mirada.
Lacan recurre a Marx.
Partamos de la división del trabajo. Uno de los éxitos del capitalismo es haber
conseguido fragmentar el trabajo, para así con una especialización mayor,
lograr que un grupo de trabajadores sean especialistas en fabricar, por
ejemplo, patas de silla, otros, tableros para sentarse, otros acolcharlos, otro
producir las espigas de ensamble, otro los tapones para no hacer ruido, otro
barnizarlas para que duren y luzcan. En los orígenes del capitalismo ya, estos
lugares donde se producían los diferentes pasos estaban alejados entre sí,
muchas veces en diferentes localidades, en el caso de Holanda, por ejemplo.
Esto lo narra Marx en el Capital, ahora bien, ¿cuál es el resultado?, el
producto acabado. De la madera original se produce un objeto que baila en el
mercado a la vista de todos, seduciendo como si fuera un espectáculo que nadie
ha visto producirse en su totalidad. Su valor, el material que ha sido
utilizado más las horas de trabajo que necesarias para su elaboración.
Ahora bien, las horas
han sido pagadas a un valor, a cada manufacturero el suyo, cada cual ha
producido unas cuantas unidades, sin pensar cuántas necesita él mismo, sino
cuantas necesita el patrón. El exceso de producto sin pagar se lo embolsa
alguien, eso es lo que se llama plusvalía, todo un síntoma. Aparentemente no
hay nadie consciente que la produzca, sino que es un exceso del hacer que
alguien se apropia, y esto es fundamental para el siguiente paso, la relación
que existe con eso que se nombró como homológico y que es lo que nos interesa,
el plus de gozar. De ahí es de donde extrae Lacan ese objeto “a”, de ahí y de
el “más allá del principio del placer” freudiano, eso que queda tras el acto de
nutrición o la mirada que se constituye precipitadamente porque nos muestra una
imagen completa que no existía de antemano, y que devuelve una sensación de
cuerpo alucinado, hecho de fragmentos que no están en el interior, sino en el
exterior.
Ahora bien, ¿qué
relación tiene el saber con todos estos elementos del discurso? ¿Esto se puede
captar mediante cierto saber? hemos
visto muchas veces esa fórmula del discurso universitario. A Lacan le interesa
ver qué relación tiene el saber con la verdad o con la satisfacción. Así
comienza el primer seminario que dedica al discurso en esa fecha que ha
supuesto muchos cambios en los Estados y en la forma de gobernarnos.
La Universidad está
en crisis, crisis de su relación con los estudiantes, hay altercados y como
saben el mayo del 68, Lacan se dirige a ellos y les da un lugar en el discurso,
En relación con la verdad y la interpretación sin desligarles de ese objeto de
goce:
Si el mercado de los saberes está tan especialmente sacudido por el
hecho de que la ciencia le aporta esa unidad de valor que permite ahondar en lo
que atañe a su intercambio hasta sus funciones más radicales, no es por cierto
para que el psicoanálisis presente su propia dimisión, cuando puede
perfectamente articular algo al respecto. Todos los términos empleados a
propósito de esto, como el de no conceptualización, toda mención de no sé qué
imposibilidad, solo designan la incapacidad de quienes los promueven. Sin duda
la estrategia con la verdad, que es la esencia de la terapéutica, no puede
residir como tal en ninguna intervención particular llamada interpretación. Sin
duda en la práctica pueden hallar su oportunidad todo tipo de funciones
particulares, juegos felices en el orden de la variable. Sin embargo, esta no
es una razón para desconocer que solo tienen sentido si se sitúan en el punto
preciso en que la teoría les da su fuerza.
¿Qué tipo de saber trabaja el psicoanálisis? No voy a hacer retórica.
Cuando Freud
inaugura el campo de la interpretación de los sueños, el psicoanálisis trae
algo que hasta ese momento no podía ser considerado, que era el hecho de un
saber que no se sabe, que bien dicho es un saber que no se sabe saber.
Esa redundancia,
abre una retórica muy especial. Hay ahí una diferencia entre un saber que puede
ser catalogado, ordenado, escrito alfabéticamente, almacenado, pensado y un
saber que funciona bajo el modo de las hiancias, de los intervalos, de las
imágenes coaguladas, de lo congelado, un saber del que solo tenemos trazas y
que nos muestra que lo esencial funciona fuera de lo que pienso.
Lo que Freud trabaja primeramente son las escrituras. Estructura es un término que Freud no usa, pero al hablar de inhibición síntoma y angustia, de neurosis obsesiva, de los desarrollos económicos, del juego de las pulsiones, estamos determinados por estructuras de las cuales podemos decir que somos ignorantes.
Hay un deseo en el
sujeto de identidad, yo soy yo, una propiedad de su ser, difícilmente acepta
que es un efecto de estructura. ¿Qué quiere decir efecto de estructura? Que hay
algo en él que no conoce. Lo que hace Lacan es introducir un elemento alrededor
de su desarrollo. No creo en la teoría del desarrollo en Lacan, no creo en la
teoría del progreso, pero avanza y retrocede sobre un elemento fundamental: el
pasaje del deseo al goce.
La teoría del deseo
está aposentada sobre la teoría de la falta, porque falta deseo, porque se
reproduce la falta en tanto la prohibición la genera, la falta genera el deseo
y ahí entramos enseguida en el sentido. Lo que se nos hace más difícil de
pensar es que estamos recluidos en un lugar donde no falta nada. ¿Por qué?
Porque obtiene el goce suficiente.
La teoría cambia en
Lacan, cuando se produce el pasaje del deseo al goce, en los seminarios 18,
19,20, en momentos culminantes en relación a la teoría del saber, donde ubica
al analista en un lugar muy diferente a todos los lugares donde hasta ese
momento se lo había ubicado.
Ya Freud intentaba
moderar el afán curativo de los profesionales que trabajan en el campo de la
salud. ¿Para qué sirve esto? es una pregunta muy general. ¿Por qué? Porque no
podemos pensar absolutamente nada fuera del valor. Todo tiene que tener un
valor, si realizo un acto tiene que tener un valor, una operación del
pensamiento tiene un valor, si leo un libro tiene un valor, un valor de goce,
un valor de pensamiento, si gasto energía es para conseguir algo, si trabajo es
para conseguir dinero, si voy al banco es para una transacción, si hago una
transacción es para comprar algo.
Permanentemente
estoy en el campo de la mercancía. La mercancía es a lo que Lacan apunta cuando
trabaja el tema del goce. Lacan toma la producción del plus de gozar. Hay un
momento en que Lacan dice que el discurso va del agente al otro, del otro a la
producción y de la producción a la verdad. “Del agente al otro” es el goce y “la
producción” es el plus de gozar. El goce produce un plus de gozar y el plus de
gozar se nomina como objeto “a”, recuerden los términos de los cuatro
discursos.
Es decir, que el
goce de la producción científica culmina en la producción de objetos técnicos
que hacen las veces de plus de gozar, gozamos del plus de gozar de la ciencia,
que sería, por ejemplo, el celular(el móvil)
como ”hecho” y después se desdobla para que la ciencia siga detrás de la
producción gozante alrededor del objeto a.
Lacan tiene que
tomar el plus de gozar de algún lado, ¿de dónde lo toma? Lo toma del marxismo. Marx dice que el producto, la mercancía, el
producto de la fuerza del trabajo puesto en el lugar de la distribución de la
venta cubre el valor de la fuerza del trabajo, si sumo fuerza del trabajo más
capital obtengo ganancia, menos el desgaste de la máquina, el valor de las
instalaciones etc. ¿de dónde viene la ganancia? Viene de la parte de la fuerza
del trabajo no pagada que se considera como mercancía.
Lacan hace todo un pasaje y produce la teoría de los discursos.
Vayamos por partes,
ese plus de gozar es una mercancía producida por una fuerza de trabajo, por un
tiempo de trabajo, que le agrega un valor determinado a la mercancía, sólo se pagaría
el trabajo empleado.
Por ejemplo, si esta mesa costó 8€ de trabajo, el material que se usó (madera etc.) costó 4€ y yo lo vendo a 12€ solo cobro el costo de la producción y por lo tanto el salario, permito que la fuerza del trabajo se reproduzca y nada más.
La pregunta es ¿De dónde
viene la ganancia? la ganancia viene de que la fuerza del trabajo no solamente
es fuerza del trabajo, es mercancía, entonces se le agrega un valor de
mercancía a la fuerza del trabajo y se pliega sobre la mercancía producida. Entonces
8€+4€+3€. 8€ como trabajo, 4€ como capital y 3€ como plusvalía. Obtengo la ganancia
de la mercancía de la fuerza del trabajo, eso es la plusvalía, yo pago lo que
vale pero no el plus. El plus es el valor de mercancía de la fuerza del
trabajo. El plus es la ganancia que produce por el hecho que el trabajo es
mercancía.
Nadie lo tomo como
lo hizo Marx, que entendió perfectamente que el patrón hace del trabajo una
mercancía más. Entonces cuando el obrero dice” págame por el trabajo” este
responde “yo te pago el trabajo” y ríe porque no le viene la ganancia de que no
le pago el trabajo, viene de que el trabajo es transformado en mercancía y lo
que no paga es el valor del trabajo como mercancía, paga el valor del trabajo.
¡Voltereta colosal! El capitalista no lo entendió
hasta que Marx lo aisló, se regía por la ganancia pero no entendía de donde venía.
Marx se lo explica, “lo que pasa es que usted le paga el trabajo realizado pero
usted no le agrega lo que hace con el trabajo como mercancía”. Su ganancia no
es el trabajo más capital invertido, es el trabajo del capital más “el trabajo
como mercancía”, es el plus, la plusvalía. Hasta que Marx no escribe “El
capital” esto no se puede entender. Ahí es donde los obreros dicen: “queremos
participar de la plusvalía”. Más aun, en el comunismo teóricamente se elimina
la plusvalía. El capitalismo se vuelve capitalismo de estado. ¿Qué tiene esto
que ver con el psicoanálisis?
Lacan toma la
plusvalía como un elemento central de la teoría y dice:” hay un plus de
valor», que queda incorporado a la producción de goce.” Es decir que gozo,
gozo, gozo y encuentro un plus de valor a ese goce. ¿Qué quiere decir? que
justamente el plus de valor que encuentro es el de usar mi goce como semblante
social. El modo de goce puede ser un semblante social.
Por ejemplo, el
otro día en un bar, un tipo con cualquier cosa que decía se reía, él gozaba,
pero lograba que los que estaban alrededor se sintieran felices porque también
se reían, hay un plus de goce ahí, convocaba a una ganancia que no está
incluida en su producción sino que logra un plus de gozar. Esto es una hiancia.
¿Cómo funciona el
objeto a (plus de gozar)?
Cuando voy a
análisis gozo, gozo de ir a hablar, de tratar de comprender, de asociar
libremente, gozo de mi historia, recapitulándola, de mis recuerdos, lugar
adecuado para eso. Soy causado por alguien que va a gozar de eso. El plus de
gozar en el análisis, en el lugar del objeto a ¿por qué es el plus de gozar?
Porque no tiene imagen, no tiene volumen, no tiene entidad, esto es el objeto
a. El analista acompaña ese trabajo, pero sin embargo, él hace algo con eso ¿qué
hace? En el seminario 19, Lacan dice: “¿el analista sabe?” radicalmente no, no
es el sujeto supuesto saber de todo el desarrollo, el analista forcluye el
saber, (Werverfung), lo ve y lo rechaza, lo expulsa, lo capta y lo echa, forclusion,
represión, denegación[1].
Primer elemento a
tener en cuenta: “el saber para el analista debe de ser expulsado”. Por lo
tanto si yo creo que sé, lo veo con claridad, que el sujeto está una posición cualquiera,
lo expulso. Esa es mi posición. ¿Por qué? Porque cualquier cosa que le diga,
cualquier cosa que agregue, por ejemplo” lo que sucede es que su madre…” tiene
sentido inmediatamente. Ya estamos en el sentido. El sentido que ocupa el lugar
ahí del falo, ocupa el lugar de la realidad, esa es la realidad. No importa que
sea una realidad que se evapora apenas salga del consultorio. El falo ahí es la
realidad. El analista expulsa eso.
Lacan dice:” ahí viene,
en el análisis, la dosificación de la angustia”, la angustia del analista. Porque
el analista cuando no puede saber el sentido común, no puede agarrarse del
sentido común ¿Qué hace? ¿Qué puede hacer? Esa es la pregunta que le acucia.
Lacan dice expulsar el saber, echar el saber” y uno dice ‘¡pero dame algo! si
no me puedo agarrar del saber, Lacan responde: “sí puedes agarrarte del saber
pero para interrogar al sujeto en el lugar de la verdad”. ¿Cómo se hace eso?
Lacan propone pasar
todo el bagaje del fonocentrismo lo pasa, ¿adónde lo pasa? busquen el referente,
dice. ¿Qué es lo que realmente usted quiere decir? “todo lenguaje es una metáfora cuyo referente jamás será encontrado, el
referente siempre es causa en psicoanálisis”[2].
Quiere decir que cuando encontramos un movimiento del lenguaje que nos permite
ubicarlo, seguimos allí, desplazándonos. Werferfung
es la palabra que emplea Lacan en el seminario 19, en el 18 habla del
referente, dice el referente anulado, expulsado, todo decir es un decir metafórico,
no hay manera de llegar al referente, no van a abordar el real por ahí.
¿Dónde deben de
llegar? a las escrituras -no voy a volver a hablar de la escritura-. Hay dos
tipos de escritura, la escritura alfabética, que está en los libros y una
escritura diferida que congela el tiempo, anuda el tiempo, lo coagula.
Por ejemplo ese
sujeto que dice ‘mi padre a los 7 años, me miro y me dijo…’entonces la pregunta
que se le hace a ese sujeto que tiene 66 años es: ¿por qué el sujeto de una
edad avanzada sigue recordando, de los cuatro años, de los 6 años? Porque está
escrito, está escrito en una historia que no tiene continuidad, está escrito,
coagulado en el tiempo, está en los socavones de la escritura.
Si tenemos, por
ejemplo una muchacha andaluza, criada por una madre madrileña ¿Qué lengua va a
hablar? ¿Una lengua andaluza que viene del árabe, con los faralaes, inspirada en
los arabismos, lengua heredera de la mezcla de las lenguas árabes con el
castellano? Esto me permite ver en un paciente en que época de la cultura
habla. La estructura también funciona en la cultura, la cultura es el barniz de
esa historia diferida.
La ciencia progresa
y progresa, escribe formulas, escribe maneras de pensar que parecen ser actuales,
sin embargo, llegamos a esta parte del mundo y pensamos ¿pero cómo es posible que
la ultraderecha, el fascismo, la xenofobia, el odio al otro campen a sus anchas
por el mundo?
¿Cuál es la
transformación de la humanidad? Se dice que la máquina, el invento industrial,
se dice que el trabajo. La gran transformación es la luz eléctrica porque revolucionó
la forma trabajo. A partir de ahí se pudo trabajar doce o catorce horas diarias,
antes no se podía trabajar tanto porque no había luz, no había manera de
trabajar de noche. Con la luz el trabajo se vuelve inacabable. El gran invento
que cambia el sistema de producción es la luz eléctrica. Lacan dice: “ustedes
no se dan cuenta de la diferencia que hay cuando prenden el interruptor de la luz”[3]
Esto puede sonar a
delirio, pero brinda la posibilidad de reflexionar la organización misma de la
cultura. Voy a dar un ejemplo. Ustedes dirán que no hay manera de pensar al
sujeto o al individuo fuera de la sociedad.
En América latina
la corrupción campa a sus anchas, es un problema endémico. ¿De dónde viene la
corrupción? Del virreinato, es una herencia de la corona española. Los
cortesanos eran los señores que tramitaban los negociados. Esa misma estructura
existe ahora. Uno diría ¡no, avanzó la cultura , la democracia en el pueblo,
las instituciones, etc.., hay parlamentos, estamos mejorando etc.. Sí, seguro
que estamos mejorando, no digo que no, pero hay estructuras que perviven tal
como perviven imágenes de la infancia del sujeto, siguen produciendo efectos en
el sujeto, siguen produciendo efectos en la sociedad. Y cuando analizamos es
bueno ver, nosotros percibimos, cuando a veces vemos el recorrido de la
historia del hombre, historia por ejemplo de la violencia, la violencia como
parte de la historia del hombre, también de los primeros movimientos humanos
que fue lo que más duro,los modos violentos que tiene la especie.
Volviendo a la práctica,
no tenemos tantos casos donde podemos ver cómo ha jugado la cultura en la
transmisión, por ejemplo de los modos que brinda la cultura al sujeto para su
tiempo. ¿Cómo debe ser un niño o una niña? Hoy en día la cultura está
transformando todo esto. Hace 20 años era impensable un modo de pensar que hoy
esta aceptado. ¿Por qué? porque la cultura va transformando…por ejemplo los
hombres tienen que adoptar nuevas formas de producción respecto de sus
relaciones con las mujeres, porque las mujeres están planteando nuevas formas
de producción sin el estado masculino, y les permite tranquilamente a las
mujeres ocupar todos los lugares que quieren, ahora que está desapareciendo el
trabajo, que no es necesario que los hombres ocupen esas posiciones, ahora que
el poder del estado se fortalece y permite y amplia las formas de goce. Es
decir, que el estado permite que las mujeres ocupen lugares que antes ocupaban los
hombres, tranquilamente sin problema, ¡mientras no atenten contra la
producción! Eso ni se os ocurra. Es decir que el estado masculino sigue
conservando el criterio de propiedad y lo que hace es, si se puede decir así,
masculinizar a la sociedad alrededor de los bienes, de los servicios, de las
ganancias. Uno podría decir:’ saber esto no significa nada’, bueno más o menos
no significa nada, no significa nada quiere decir que el estado no va a decir:”
Jose, tienes razón vamos a cambiarlo todo” no es así por supuesto. Entonces en ¿qué
sentido es importante? En el sentido que el análisis plantea una cuestión es: ¿hay
algo por fuera del valor? ¿Algo que no sea instrumental?, que no sea valor de
mercado, algo del sujeto.
Ese es el lugar
donde el analista ubica las estructuras, en ese lugar donde, en el filo de la
hiancia del goce, de la estructura del goce busca ubicar aquello de lo cual,
mientras va acompañando el discurso concreto que se le presenta, la estructura
del goce que se le presenta, va despejando cuestiones, va colaborando a
reflexionar, va armando un dialogo, para destacar aquello que… Por ejemplo, se
trata de una niña, una niña que es todo libertad, esa es la fiesta, hace lo que
quiere , no respeta la ley etc. hasta que empieza a manifestarse la sexualidad,
se queja de los dolores, de que hay que ver…, de que va a morir en el parto. ¿Qué
es esto? Es una estructura victoriana. ¿Cuándo nosotros quedamos sorprendidos,
que es? Es porque hemos sido tocados en la verdad. ¿Por qué? porque lo que
entendemos no sirve para nada. Si le digo al paciente: “lo que pasa es que su
madre la maltrató de pequeña y por eso se siente maltratada por el perro” ella
dice “si, tiene razón, guau, guau.” ¿Qué hace? lo incorpora, se alimenta. ¿Qué
dice lacan? Mis escritos no son para ser entendidos ¿Por qué? Porque lo que no
entiendo es lo que me afecta, lo que entiendo no me afecta. Uno podría decir
pero, bueno uno debe entender algo, sería mejor un psicoanálisis claro, que
todo el mundo entienda. Estoy tratando de mostrarles el efecto de textos que a
veces son difíciles para nosotros mismos, eso que es el efecto de conmoción de
nuestro goce. Por ejemplo: los actos de solidaridad son del nacimiento del
lenguaje, cuando dos cazadores perseguían una pieza, ¿cómo hacían para
entenderse? Sino por cooperación entre ellos. De otra manera, nosotros le
decimos al sujeto que debe progresar, que debe ser competitivo, es lo que el
capital dice. Los países que se han desarrollado y las especies que han
subsistido son las especies que han sabido competir y ganar, los demás se han
perdido, esto es la selección natural. Esto no es así, muchas de las especies,
gran parte de las especies que sobrevivieron es porque establecieron
colaboración con otras especies.
El criterio
individualista competitivo que tanto habita el psicoanálisis, por otra parte,
es porque el psicoanálisis es algo que nos lleva a tratar de entender, eso es
un problema, tenemos que tratar de entender desesperadamente y eso nos lleva a
establecer una competencia a veces delirante con el otro. De hecho hay un
yacimiento, el cual va a llegar a ser mítico, donde hay huesos mezclados de
lobos, hombres, y perros salvajes. Según la teoría hubo una alianza ocasional
entre lobos y hombres, es decir el diálogo con los animales existe. Con los
perros ni les digo.
Recuerdo una analizante que comentaba que el
perro venía con la correa y ladraba y ladraba y paraba, al rato volvía con la
correa y ladraba y ladraba y decía “el
perro me dice ¡vamos!¡ a pasear, a pasear!”, y vuelvo a la casa y estoy cansada
y el perro ladrando, ya no doy más. Le dije que tuviese cuidado. Ella por
supuesto esto me lo cuenta pensando que me voy a escandalizar por que el perro
le hable, al contrario ¿por qué me voy a escandalizar? ¿Cómo no le va a hablar
el perro? Si ella me dice que el perro le habla por supuesto que le habla, ¿por
qué no la voy a creer? Es un perro pequeño, no es un doberman. En este caso
esta mujer dice “me contó una amiga que un perro le mordió la cara.” Sesión
siguiente viene y dice:” ¡qué inteligente es mi perro, como se dio cuenta de
que yo había hablado de él!” Cuando llegue el perro intuyo que yo había
hablado, por lo tanto se calmó, estaba en un rinconcito todo manso y dócil,
ahora el perro está comiendo con el gato. Ustedes dirán que es todo un delirio
y un cuento, les juro que es verdad. El perro se había dado cuenta que ella
había ido al analista y que ella había hablado y que el analista le había hablado del perro y
ella había entrado a su casa con otra actitud y otra mirada y
el perro se había dado cuenta, y se quedó tranquilo.
Ahora fíjense
ustedes si uno hubiese sabido, ¿qué es una psicosis? Los perros no hablan, los
perros y ningún animal. Ella no es una psicótica ¿Por qué? porque una psicótica
diría ¡esto es así! El psicótico es un amo, un amo despótico, un amo del goce,
de la certeza. Si yo anticipo mi saber, tapono, simplemente lo tapono. Cuanto más
nos despojamos de los abalorios del saber más cerca estamos de poder escuchar
las escrituras que por un lado son históricas y por otro toman semblante; por
ejemplo el sujeto viene y dice “yo sufrí mucho…mis padres me maltrataron y bla
bla bla…y por el rabillo del ojo mira a ver qué hace el analista. Si el
analista por ejemplo bosteza, el paciente goza: el analista no me ha escuchado
y empieza a sufrir, si el analista se rasca la cabeza, el paciente goza, haga
lo que haga el analista, el paciente goza. Haga lo que haga es el plus de
gozar. Ahora bien ¿cuál es el problema?
Si goza demasiado empieza el sufrimiento por ejemplo si el analista es
enganchado por el plus de gozar y pasa del lado del analizante y empieza a
torturarlo con el tiempo, estira el tiempo de la sesión , ahora no puede
cortarlo, habla y no puede cortarlo. El único trabajo del analista es inyectar
una voz, no es el sentido de lo que dice, lo que dice no tiene ninguna
importancia, es meter ahí, corte y cambio, es el movimiento que hace Lacan
respecto al nudo, cuando se corta se arma una nueva nodalidad.
Si uno piensa ¿quién
soy yo? Soy el número tal del DNI, licenciado, mi seguro médico, mi jubilación
si la tengo, el número de cuenta corriente, el domicilio. No sé si vieron en
las películas norteamericanas: ¡soldado John Ritter número 387 958, ¡señor, si
señor! Es lo único que tiene que decir. Soy eso. Ese soy yo, después tengo que andar buscando
mi alma o sea buscando goce, un plus de goce, mi manera de gozar, ¿el resto?:
pertenezco al estado.
El analista ha de captar ese lugar de la
estructura, que es una estructura fundamental, una estructura donde el sujeto
esta medido, sopesado, juzgado. El psicoanálisis nos permite visualizar el poco
de ser que hay, el poco de ser de alguien. ¿Qué es ese poco de ser? Es todo, mi
goce. ¿Adónde ha llegado el capital en su extremaunción de producción?
Ha llevado al
sujeto a dos puntos:
Claramente es el
fetichismo de la mercancía, coche, viajes, muebles, la luz etc. el buen vivir
adornado de fetichismo. Por ejemplo la muestra que igual conocen, la muestra
que armo Miguel Ezpaña en Nueva York un artista de Madrid. No tuvo mucha
difusión, hizo trescientos frascos de pollas en vinagre y los vendió a
trescientos euros. Y se llamó así la exposición: “pollas en vinagre”, en Nueva York.
¿Cómo se salva uno
de todo esto? No hay manera de salvarse excepto por un pequeño reducto que no
tiene nada que ver con que esté en la realidad o no. Por ejemplo, un poeta que
dice “poned en mi tumba un bote salvavidas, porque uno nunca sabe”, morir nos morimos
todos, pero la mayoría no pone un bote salvavidas porque nadie cree que va a
venir la famosa resurrección.
Esto es muy
interesante, quizás cuando un analizante dice “tengo miedo del amor”, ¿Quién no
ha tenido miedo del amor? el amor y el miedo son socios, por eso tiemblo cuando
voy análisis, trato de hacer cosas con eso. Estoy en la posición de la
transferencia[4].
Los seminarios 18,
19 y 20 van en este orden:
En el 18, el
referente, la ausencia del referente
En el 19, la verdad
en relación al saber
En el 20 el
problema del amor de transferencia. Fundamentalmente un goce, un goce que no se
hace material, un goce femenino que esta fuera de la ley del falo, que no entra
en la circulación fálica, no entra en el concepto de realidad, es algo que nos
desafía…
Por ejemplo, un paciente anciano que empezó una actividad
lúdica, hace un cursito de pintura y toma a un gran maestro que es muy caro.
Sus hijos y su mujer dicen que está loco y él dice” ¿a mí que me importa? Si me
voy a morir pronto, prefiero hacerlo con un gran maestro.” A eso lo llamo yo,
el sujeto que atraviesa tranquilamente el miedo,¡ ya está! Ya es muy tarde, seguramente
hay cosas para las cuales ya sea muy tarde, pero al menos no eso, eso no. Eso
no, no se trata de la falta, se trata de eso no. No sé si conoceré Marte,
quizás sea tarde, pero seguramente no es tarde para conocer a mi vecino, para
cruzar la calle, no es tarde para que sea tarde.
La estructura es una
estructura donde fundamentalmente el sujeto capta que el Otro no existe, por
ejemplo, uno se dirige al otro bajo la súplica ¡ayúdame! ¿Qué tipo de ayuda
espera? ¿La limosna o la mano? Es una decisión a tomar.
– Pregunta: ¿habría algo fuera del valor? No sería fácil encontrar algo por fuera
del valor
Yo encuentro algo
fuera valor cuando estoy despistado. Cuando estoy despistado. Tú decías, un
ejemplo, es un ejemplo. Ahora tienes razón, habitualmente nos duermen los
discursos sociales, como dice Lacan. Al sujeto los discursos sociales lo toman
en su circuito, lo uno no descarta lo otro, así es el juego. El sujeto tiene la
posibilidad de llevar hacia si eso que lo constituye en un lugar que no es del
mercado. Es invalorable en un análisis, algo que el capital no puede atajar.
Uno dice” ¡no, pero si no hay nada! Sí, eso por ejemplo. Entre la mano que da y
la que toma, la inexpresable nada. Uno puede decir ¡pero todo eso es poético!
Claro. A veces sentimos con el otro. Por ejemplo, la risa compartida. ¿Hay algo
que tenga menos valor de mercado que la risa compartida con el otro? Cuando dos
amigos o un grupo de gente ríe frente a algo, eso no tiene ningún valor en ese
momento, más que ese encuentro con la risa, como lugar soberano de la metáfora
donde hay algo que traspaso un plus de gozar.
Yo extraño mucho la
gracia de Andalucía. Antes se encontraba en los bares, en los lugares y ahora
ya no es así,
– sobre
el amor.
– El odio y el amor
van unidos, lo podemos ver en el amor de transferencia. Lo podemos ver en todas
las maniobras que el sujeto hace frente al analista al cual intentan presionar,
retener, expulsar, convencer de una cosa u otra, intentan dramatizar sobre una
cosa de su vida etc., hay un poder en juego. Había un paciente de Lacan que
había estado en la guerra de Indochina que decía que nunca, en una misión en Indochina
había sentido el terror que había sentido en la antesala del consultorio de
Lacan.
El analista ocupa
el lugar del plus de gozar y es por lo que me causa, cualquier cosa se puede
convertir en mi plus de gozar. Por ejemplo gana mi equipo favorito y salgo a la
calle y mato a gente en homenaje a eso, porque hay un plus de gozar que está en
juego en la ganancia de mi equipo, en que mi equipo gane. El analista goza de
un plus de gozar que viene de la producción de goce. El lenguaje goza y eso
produce un plus, el analista capitaliza ese plus, ese es el poder que el
analista tiene. No es tanto como amo sino como plus de gozar. El goza como sea,
pero eso también le produce un sufrimiento, porque yo gozo de su goce. El goce
y el sufrimiento van unidos, están en el lindero. Yo le hablo a mi analista, le
hablo de mi historia, llega un momento en que le hablo de mí, después le hablo
de mi a él, y finalmente la hablo a él. Esa etapa donde le habla al analista de
tú a tú, donde el analista ya no dice nada, ya ni se esperan comentarios de él,
¿por qué? Porque el análisis ya ha culminado. Ese movimiento que es 1º le hablo
de mí, luego de mí a él 2º movimiento y finalmente le hablo a él y después
hablo con él. El otro día casualmente una analizante me dijo:” me vi tan
triste, tan fea tan gorda horrible y tan espantosa y después de un rato pensé:
bueno ya está”
Insisto, en ese
trabajo del plus de gozar se llega a lugares únicos, el sujeto llega a lugares
únicos. Para el sujeto lo más difícil es desprenderse de ese modo de gozar que
le ofrece el otro. Por ejemplo a través del insulto, insulta al otro y entonces
el otro va a entrar. Si yo lo insulto el otro va a entrar, porque toca al
narcisismo. El fetichismo es la mercancía, el primer gran orientador, y lo
segundo es el narcisismo. Cuando me tocan así reacciono y fortalezco al otro.
Rebajo el narcisismo cuando no contesto, no es que atente contra el otro, me
cubro del otro. Esto tiene un límite entendámonos.
[1] Jacques Lacan: “Seminario 19: De otro al otro” cap.9